FESTIVIDADES PAGANAS

(Dirigido a los paganos:) En su día de celebración, nosotros los cristianos no colgamos coronas de flores en los postes de nuestras puertas, ni comenzamos el día con lámparas. En las celebraciones públicas, ustedes piensan que es correcto adornar sus casas a la manera de nuevos burdeles. Somos acusados de cometer un bajo sacrilegio, por cuanto no celebramos con ustedes los días festivos de los césares de un modo que va contra la modestia, la decencia y la pureza. Tertuliano (197 d.C.)

Los traidores romanos cubrían los postes de sus puertas con ramas de laurel. Llenaban sus porches con el humo de lámparas brillantes y espléndidas. Tertuliano (197 d.C.)

Además, ustedes los cristianos no tienen conocimiento de las festividades de los gentiles. Tertuliano (198 d.C.)

Ahora, tenemos que hablar acerca de los días festivos y otras celebraciones exageradas. A veces permitimos éstas debido a nuestra carne o timidez, contrariamente a la fe común y a la disciplina. El primer punto que voy a tratar es éste: si un siervo de Dios debe compartir con las naciones en asuntos de esta naturaleza o en la vestimenta o en la comida o en cualquier otro tipo de celebración… “No hay comunión entre la luz y las tinieblas,” ni entre la vida y la muerte. De otro modo, debemos cambiar lo que ha sido escrito: “El mundo se alegrará, pero ustedes estarán tristes” (Juan 16:20). Cuando el mundo se alegre, entristezcámonos. Y cuando el mundo se entristezca, nosotros nos alegraremos… Hay ciertos días de regalos, cuando algunos reciben su debido honor y otros sus deudas… Si los hombres han consagrado para ellos mismos estas costumbres supersticiosas, ¿por qué participan ustedes en celebraciones consagradas a los ídolos? Para ustedes no hay ley acerca de un día (fuera de la observancia de un cierto día) que les impida pagar o cobrar sus deudas. Tertuliano (200 d.C.)

Las siguientes tres citas son dirigidas como reprensiones a cristianos de mente mundana:

La saturnalia, el año nuevo, las celebraciones del invierno y la matronalia son frecuentados por nosotros. ¡Damos y recibimos regalos! ¡Hay regalos de año nuevo! ¡Se escucha el ruido de los juegos y los banquetes! Los mismos paganos son más fieles a su secta... Porque aunque los hubieran conocido, no habrían participado en el día del Señor, ni en el pentecostés con nosotros. Pues tendrían temor de parecer ser cristianos. ¡Sin embargo, nosotros no tememos parecernos a los paganos! Tertuliano (200 d.C.)

Hoy en día se ve más lámparas y coronas de laurel en las puertas de los cristianos que de los paganos. Si es para honrar a un ídolo, eso ciertamente es idolatría. Pero, aun si es por causa de un hombre, consideremos otra vez que toda idolatría es la adoración a los hombres. Tertuliano (200 d.C.)

Y entre éstas (la esposa de un inconverso), será inquietada por el olor del incienso en todos los días conmemorativos de los demonios, en la solemnidad de los reyes, en el año nuevo y en el principio del mes. Ella tendrá que salir por una puerta adornada de coronas de laurel y de lámparas colgadas, al igual que salir de algún nuevo lugar de inmoralidades públicas. Tertuliano (205 d.C.)

Ustedes los cristianos tienen sus propios registros y su propio calendario. No tienen nada que ver con las festividades del mundo. De hecho, ustedes son llamados a lo opuesto. Porque “el mundo se alegrará, pero ustedes estarán tristes.” Tertuliano (212 d.C.)

Sería lógico que pudiéramos participar en las fiestas públicas, si se probara que ellas no tienen nada de malo y están basadas en verdaderas observaciones del carácter de Dios… Sin embargo, de ninguna manera se puede demostrar que estas fiestas armonizan con el servicio al Señor. Más bien, se ve que han sido diseñadas por los hombres para conmemorar algún evento humano o para destacar ciertas cualidades del agua, de la tierra o de los frutos de la tierra. Por lo tanto, queda claro para los que desean ofrecer una adoración inteligente al Ser Divino, que actuarán según el razonamiento sensato y no tomarán parte en las festividades públicas. Orígenes (248 d.C.)

Los humanos tienen cumpleaños, y de la misma manera, los paganos creen que los poderes celestiales tienen cumpleaños. Arnobio (305 d.C.)

VER TAMBIÉN MUNDO, SEPARACIÓN DEL

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