LIBROS, TRATADOS Y MENSAJES EN MP3 DEMOSTRANDO LAS DOCTRINAS Y PRÁCTICAS DE LA IGLESIA PRIMITIVA

Los materiales en esta página demuestran las doctrinas y prácticas de los primeros cristianos con el fin de volver a practicar las verdades de la Iglesia Primitiva
      
     

La Fe… dos puntos de vista conflictivos

La definición de fe, de acuerdo con la Biblia

“La fe es la garantía de lo que se espera; la prueba de lo que no se ve.” (Hebreos11:1, Biblia de Jerusalén.)

¿Cuál es la garantía (sustancia) y la prueba (evidencia) de la cual nos habla después, en los versículos subsecuentes al uno??? …

…Ofrecer a Dios un sacrificio excelente.

…Construir un arca.

…Habitar en un país extranjero.

…Sufrir aflicción con el pueblo de Dios.

...Abandonar Egipto.

…Hacer justicia.

…Errar por desiertos y montañas en cuevas y cavernas.

…Etcétera. (Hebreos11:2-40)

La garantía (sustancia) y la prueba (evidencia) son las cosas que estos hombres hicieron.

La fe es una sustancia. Es evidencia. Es una acción. Es en realidad hacer lo que Dios pide de nosotros. Las cosas que estos hombres hicieron fueron fe. La fe es la respuesta del hombre a las justas demandas de Dios en su vida.

La definición de fe de acuerdo con los protestantes y evangélicos

Recientemente escuché a un protestante evangélico predicando: “La fe y las obras son mutuamente exclusivas,” decía él. Un hombre que cree en esta postura una vez me dijo que “La fe es algo que casi no puedes identificar. Una vez que piensas que la tienes definida, entonces… ¡pum! Se desvanece.”

Entonces, la definición de fe, de acuerdo con los evangélicos y protestantes sería así:

“La fe es la esperanza de las cosas; no la garantía de ellas; es las cosas no vistas, no la prueba de ellas.”

Así terminan con exactamente lo opuesto de lo que dice Hebreos 11:1. Es por eso que alguien que sencillamente responde a lo que Dios pide de nosotros por medio de empezar a hacer justicia, es acusado por los evangélicos de poseer una justicia propia que no es más que trapos de inmundicia.

“Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como él es justo. El que practica el pecado es del diablo;…” (1ª Juan 3:7-8.)