LIBROS, TRATADOS Y MENSAJES EN MP3 DEMOSTRANDO LAS DOCTRINAS Y PRÁCTICAS DE LA IGLESIA PRIMITIVA

Los materiales en esta página demuestran las doctrinas y prácticas de los primeros cristianos con el fin de volver a practicar las verdades de la Iglesia Primitiva
      
     

Jesús no es tu Salvador Personal

Así que tienes una preferencia personal, un interés personal, información personal, opiniones personales, posesiones personales, decisiones personales, y, recientemente, en tal y tal fecha, en tal ocasión, un pastor tal te guió en una oración del pecador y ahora tienes un salvador personal… ¿O será que no lo tienes?

Todos lo hemos oído. Es Juan 3:16: “Porque de tal manera amó Dios al mundo que dio a Su Hijo Unigénito…” Probablemente sea el versículo más popular, pero a la vez más malentendido, en el cristianismo moderno. La gente confundida lee este versículo con el pensamiento de que Dios le dio Su Hijo al mundo, para que le perteneciera al mundo. En navidad, tratan de honrar a Dios por medio de representar lo que ellos creen que Él hizo, al darse regalos. Generalmente el juego de dar regalos involucra el encontrar algo que cuadre exactamente con los intereses personales de alguien. “¡Oh, es exactamente lo que yo quería!” exclama la gente al abrir su regalo de navidad. Tal como cuando Dios envió a Su Hijo al mundo, y Su Hijo resultó ser exactamente lo que el mundo quería. ¿O no?

¿Qué significa cuando alguien dice: “Esta es mi preferencia personal, mi posesión personal, o… mi _________ (completa la frase) personal?” Lo que están diciendo es: “Me pertenece; por lo tanto puedo hacer con ello lo que yo quiera.” Entonces, ¿Qué hace la mayoría de la gente que acepta a Cristo como su Salvador personal con Él mismo y con su evangelio? Correcto… lo que ellos quieren.

¿Podemos hacer a Jesús una posesión personal que nos pertenece? ¿En verdad es salva la gente que hace eso? ¿Cristo te pertenece a ti o tú le perteneces a Cristo? Bueno… ¿Qué dice la Biblia?

“…la iglesia del Señor, la cual Él ganó con Su propia Sangre.” Hechos 20:27-29 “… y con tu Sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;” Apocalipsis 5:8-10 “Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero;” Apocalipsis 14:3-5. Es así de sencillo. La salvación significa que le pertenecemos al Cordero, no que el Cordero nos pertenece. Cuando Cristo murió en la cruz, ¿Se dio Él a nosotros, o se dio por nosotros?

¿Qué dijo Jesús?

“Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para server, y para dar su vida en rescate por muchos.” Marcos 10:44-46

¿De quién teníamos que ser rescatados? ¿Quién nos tenía en cautividad? “…y escapen del Diablo, en que están cautivos a voluntad de el.” 2 Timoteo 2:25-26

Él fue un rescate dado por nosotros, no dado a nosotros. Jesús solo es tu Salvador si tú le perteneces. Esto es algo que los primeros creyentes sabían desde el principio en el libro de los Hechos. Nota qué es lo que pasó después de que se arrepintieron.

Hechos 4:32 “… y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común.”

Para los primeros cristianos, la salvación era exactamente lo opuesto de añadir a Cristo como una posesión personal más a las cosas personales que ellos ya poseían de por sí. Más bien estaban negándose a la posesión personal de las cosas, porque ellos sabían que ahora le pertenecían a Otro.

Si alguien te ha engañado, llevándote a decir una oración que hace a Cristo una cosa más de entre tus cosas personales, entonces tengo noticias para ti: Él no es tu Salvador, y lo que es peor, te estás alineando con el orden del día del diablo, de reclamar a Cristo como suyo. Recuerda que desde el principio fue el deseo del diablo el reclamar a Cristo como suyo, de hacer con Jesús lo que Él quería. Comenzó en el desierto con tentaciones que culminaron en la cruz, donde Satanás creyó que finalmente lo tenía para sí mismo como propio. Pero fue sólo por un corto tiempo que logró hacer sufrir a Nuestro Señor, y luego, para la consternación del diablo, él tuvo que enfrentar pronto la realidad de que Cristo jamás podía ser suyo y que lo único que iba a lograr con ello era perder a sus cautivos.

Escucha tú el evangelio, quienquiera que tú seas,
Salvado por un Cristo que hace lo que tú quieras.

Para hacerlo muy Tuyo, sólo has hecho una oración,
Pero aún andas en tinieblas, sin Él y en condenación.

Satán ya había intentado obtener la voluntad del Señor
Y al no funcionar eso, se conformó con matar Su cuerpo.

Esperó luego el momento en que Cristo a la cruz fue entregado,
Pero al acabar eso, todo lo que tenía ya era perdido.

Así que si quieres un salvador personal para ti,
Satanás quería así que recordara que tú no estás solo.

Tal como Satanás puedes hacer con Cristo lo que tú quieras,
torcer Sus Palabras y atarlas en un nudo.

Pero cuando se acabe tu tiempo, ciertamente verás
con tu obra como la del Diablo, cuán perdido estarás.

La manera en que Satanás mantiene a sus cautivos es por medio de hacerlos pensar como Él piensa. Su mayor engaño es hacer pensar a la gente que Cristo puede pertenecerles a ellos, y así ellos le pertenecerán al diablo. La idea de tener a Cristo como propiedad se originó con el Diablo, y no es nada nuevo. Desde el principio Satanás engañó a los hombres cuando entregó al Señor en manos de los soldados romanos, para hacer con Él como ellos querían. Hoy, poco ha cambiado. Ocurre exactamente lo mismo, sólo que en una escala mayor. Satanás ha promocionado un falso cristo en manos de hombres como Judas y de los religiosos hipócritas que lo canjearon con los soldados romanos por treinta piezas de plata. Los hombres modernos, codiciosos de lucro inmundo, al igual que aquellos que echaron suertes para dividirse los vestidos del Señor, han hecho mercadería vendiendo la crucifixión del Señor. Las librerías cristianas y los grandes ministerios venden películas e imágenes donde una música dramática acompaña las escenas del Señor siendo burlado y azotado. Como todas las películas, evocan una fuerte emoción y, al estar moviendo la música las emociones de la gente, la gente cree que está un poco más cerca de Dios. Si alguien de toda esa gente pudiera volver en el tiempo y ver el acontecimiento de la crucifixión, probablemente no reconocerían lo que estaba pasando. Sí, tal vez tendrían un vislumbre de un hombre en medio de un grupo de soldados que estaban alrededor burlándose, pero no recibirían ni entenderían más de lo que hubieran recibido o entendido cuando la última vez ellos caminaron junto a una patrulla y vieron a un grupo de policías tomándose un café, riéndose de un hombre esposado, que apenas se nota, dentro de la patrulla.

Hoy los hombres se han engañado a sí mismos, pensando que porque Cristo murió por ellos, Él ahora les pertenece. ¿No es un misterio cómo todo lo que tienes que hacer es distorsionar o tergiversar un poquito por aquí y por allá el evangelio de Cristo, que es el poder de Dios para salvación para todo aquel que cree, y repentinamente se convierte en el poder de Satanás para condenación para todo aquel que está engañado?